Roaring Kitty se enfrenta a una gran demanda por fraude relacionado a GameStop

Emilio J. Pérez
| 4 min read
Roaring Kitty se enfrenta a una gran demanda por fraude relacionado a GameStop

El pasado día 28 se hizo pública una demanda interpuesta contra el analista y trader Roaring Kitty. Dicha denuncia, encabezada por Martin Radev, de carácter colectivo, y asesorada por el bufete de abogados Pomerantz, acusa al célebre inversor de fraude y estafa para acometer un esquema pump & dump con GameStop.

Roaring Kitty, cuyo verdadero nombre es Keith Gill, es un trader de valores que se dio a conocer a raíz de la compraventa masiva de acciones de GameStop en 2021. En aquel momento, un movimiento organizado a través de el foro WallStreetBets de Reddit hizo que de la noche a la mañana GME creciera un 1.600% para después desplomarse a sus niveles reales. En el camino, se produjo la quiebra de más de un fondo de cobertura, y otros tantos sufrieron importantes pérdidas.

Después de casi tres años de silencio, Roaring Kitty efectuó una nueva publicación en RRSS. En ella se observaba a un jugador vestido de traje inclinándose como para poner atención en algo. Para muchos, supuso el comienzo de un nuevo movimiento similar al de 2021.

En las semanas posteriores, el trader se dedicó a publicar numerosos tweets en donde abogaba por recuperar la inversión en GME. Esto hizo que el precio se disparase con fuerza. El pasado 13 de junio, Roaring Kitty actualizó su posición y se vio que ya no incluía las opciones sobre GameStop, lo que provocó su caída en picado.

¿Tiene recorrido la demanda contra Roaring Kitty?


A pesar de lo llamativa que pueda resultar la noticia, sobre todo dado el contexto en que se produce, podría quedar en nada. Tal jarro de agua fría nos lo aporta el abogado Eric Rosen del despacho de abogados Dynamis LLP, quienes tienen experiencia en casos similares.

Al parecer son tres los aspectos por lo que el juez podría desestimar la demanda. En primer lugar, cabe señalar que la naturaleza misma del fraude de valores reside en que el estafador nos miente, engaña u oculta información relevante que tendría que dar a conocer. No sería el caso según Rosen:

“Gill reveló que había comprado opciones con fecha de vencimiento el 21 de junio de 2024. Cualquier persona razonable, y mucho menos un inversor razonable, habría entendido que Gill vendería una posición tan grande o ejercería las opciones. Nadie habría dejado que la opción simplemente expirara.”

Así, Roaring Kitty sí que habría comentado su operativa con opciones, y resulta lógico pensar que después de eso actuase como mejor considerase para su beneficio.

El segundo aspecto en contra de la demanda es “el arma del crimen”, es decir los tweets. Sin duda, los tweets de un icono bursátil de memes no eran algo que un inversor razonable tendría en cuenta para tomar una decisión de inversión. Más bien éste tendría que guiarse por otro tipo de documentos o publicaciones de carácter técnico y con contenido profesional. De nuevo aquí Rosen explica lo siguiente:

“Aunque los tuits obviamente causaron movimiento en el mercado, la prueba de materialidad (y, por lo tanto, el estándar del inversor razonable) es objetivo, y no es razonable comprar valores simplemente porque un individuo llamado Roaring Kitty publicó tweets inofensivos en las redes sociales.”

Por último, el tercer aspecto que podría dinamitar la demanda es que la denuncia se centra en esta supuesta falta de divulgación a propósito de la intención de venta de Roaring Kitty. Pero, con la norma en la mano, sólo los asesores financieros están obligados a publicar tal información, y el tuitero no lo es. Sentencia así Rosen:

“La denuncia intenta solucionar este problema afirmando que Gill trabajó anteriormente en Mass Mutual y era un corredor de bolsa registrado, pero eso fue hace años, y nadie que mirara los Tweets o Reddit habría entendido que estaba actuando como profesional.”

GameStop vuelve al foso, aunque en mejores condiciones


Las sesiones de gloria de poco sirvieron para GameStop, pues GME volvió a hundirse a la misma velocidad con la que despegó, exactamente igual que ocurrió en 2021. Aún así, cabe destacar que la rentabilidad YTD está en un +43%, al nivel de algunas de las mejores criptomonedas del mercado, por lo que el cómputo no dejaría de resultar positivo.

Además de ello, todavía está por encima de sus medias móviles a 50, 100 y 200 sesiones, aunque es cuestión de tiempo que la franja más corta presente los latigazos de las grandes alzas de mayo e inicios de junio:

Detalle de cotización de GME con medias móviles / Fuente: TradingView

Posiblemente para sustentar el precio actual tengamos que fijarnos más en cómo se desarrolla el plan de reestructuración que anunció la empresa en su última publicación de resultados. Con unas ventas que se hunden y un modelo de negocio en necesaria transformación, la empresa ha fiado su viabilidad futura en una hoja de ruta bastante severa.

Mientras tanto, que no nos resulte extraño volver a ver momentos puntuales de brillo. El último precisamente se dio el pasado jueves, a raíz de una nueva publicación de Roaring Kitty que para muchos minoristas supuso un gesto a la acción. En esa sesión GME subió un 3,7%, y la cola del empuje sirvió para el viernes con otro incremento de 0,6%.

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