Estafador de US$330M: “libérame y reembolsaré a los inversores”

Tim Alper
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Javier Biosca, un hombre acusado de planear un proyecto de fraude con temática criptográfica española que se cree tiene un valor de más de 330 millones de dólares, ha comparecido ante un tribunal para negar su intención de estafar a los inversores con sus fondos. También afirmó que podría “arreglar la situación” para los inversores que actualmente no pueden acceder a sus participaciones “en tres o cuatro semanas”, siempre que se le permita salir de la cárcel.

Biosca, fundador de una empresa llamada Algorithms Group, desapareció tras las acusaciones generalizadas de fraude, antes de que una persecución policial llevara a su arresto en Málaga.

Se presentó ante un juez de la Audiencia Nacional, el juez Alejandro Abascal, quien ordenó a la policía incautar no solo su pasaporte, sino también los documentos de viaje de su esposa e hijo. Tanto la esposa de Biosca, Paloma Gallardo, como su hijo han alegado ignorancia de actividades fraudulentas.

Según los informes, Algorithms Group había prometido a los inversores rendimientos semanales de hasta el 25% de sus participaciones antes de tener problemas con los inversores descontentos y luego desaparecer.

Biosca le dijo al juez que nunca había tenido la intención de engañar a los inversores, e incluso afirmó que el negocio que estaba proponiendo era realmente rentable, según Expansión y Confi Legal.

Los medios de comunicación dijeron que “fuentes legales” le habían dicho a los medios de comunicación que Biosca “está dispuesto a colaborar” con los fiscales y quiere proporcionar acceso a cuentas bancarias y otras pruebas que, según él, le permitirán devolver a los inversores lo que tienen en juego. Sin embargo, agregó la advertencia de que para brindar acceso, tendría que ser liberado para poder encontrar la información necesaria, un proceso que, según dijo, le tomaría “tres o cuatro semanas para resolver”.

Biosca se encuentra detenido en el penal de Alhaurín de la Torre en Málaga desde su arresto el 8 de julio.

El juez ordenó que Gallardo y el hijo de la pareja, Sergio Biosca Gallardo, permanezcan en libertad, a pesar de que las investigaciones sobre su posible participación están en curso, aunque sus pasaportes ahora están en manos de la policía. Los fiscales habían pedido al tribunal que pusiera al dúo en prisión preventiva.

Biosca y su familia enfrentan una serie de cargos, que van desde fraude hasta lavado de dinero y malversación de fondos.

Durante la audiencia, Biosca afirmó que no sabía nada sobre las criptomonedas hasta 2019. También afirmó que los bancos tenían la culpa de las demoras en la distribución de fondos a los inversores, ya que muchos se habían movido para bloquear las transacciones relacionadas con las criptomonedas.

Agregó que, en septiembre de 2020, viajó a Guinea para estudiar la posibilidad de comprar un banco con el que realizar intercambios de cripto a fiat, pero que finalmente no tuvo éxito en sus esfuerzos. Biosca afirmó que Gallardo y su hijo “no tenían conocimiento de las criptomonedas” y, por lo tanto, no estaban involucrados en ninguno de sus asuntos comerciales relacionados con las criptomonedas.