La crisis será inevitable: cómo protegerse de la recesión que viene
Si el año 2020 fue el año de la pandemia y el 2021 el año de la reapertura, el 2022 está resultando ser el de la corrección de los excesos, por lo que 2023 será plenamente el de la recesión. Al menos esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio reciente que está dando mucho de qué hablar.
Lejos de lo que puede parecer, pasar de una fase de crecimiento a una fase de recesión es algo totalmente normal, pues las economías no son procesos estrictos e inalterables, sino que fluctúan en base a multitud de factores. Además, como las economías cada vez están mas interconectadas entre sí, en ocasiones la crisis no viene directamente por algo que “hayamos hecho nosotros”, sino que su causa última puede ser originaria de la otra parte del mundo.
Si atendemos a la Teoría del Ciclo de la Escuela Austriaca, en estos momentos estaríamos entrando en la fase de recesión tras haber abandonado un periodo de crecimiento con el que llevamos prácticamente una década:
Ojo, estamos hablando en todo momento de la marcha económica en términos globales, luego los diferentes países tendrán sus particularidades. Algunos logran sortear las crisis más rápidamente y otros tardan en abandonarlas una vez que llegan.
Probabilidad del 100%
Para bien o para mal, la economía financiera mundial viene determinada por lo que ocurre en Occidente, más concretamente lo que ocurre en EEUU. Según ha dado a conocer Bloomberg, los modelos financieros con los que trabaja Bloomberg Economics señalan un 100% de probabilidades de que en menos de 12 meses entremos en recesión.
Este modelo financiero, que se basa en hasta 13 variables cuantitativas diferentes, iría en consonancia con una encuesta que también Bloomberg realiza periódicamente a 42 economistas por separado. En su última entrega el 60% afirmaban que en 2023 íbamos a entrar en recesión.
La calle tampoco es ajena a estas cuestiones, según el track record de elabora periódicamente YouGov, a día de hoy el 45,4% de los encuestados reconoce que su situación económica es peor que hace un año (cuando estábamos saliendo todavía de las restricciones sanitarias), mientras que aquellos que están en la misma condición bajan al 39,2%, el 11,7% considera estar mejor y el restante NS/NC:
Crónica de una recesión anunciada: inflación y bancos centrales
No, la recesión no la causa la invasión en Ucrania, aunque los problemas de suministro energético coadyuvan desde luego. La recesión ha venido provocada principalmente por los datos de alta inflación que estamos viendo en la práctica totalidad de las economías mundiales y su consecuente respuesta por parte de los bancos centrales.
Durante años han sido los propios bancos centrales los que han ido alimentando la posibilidad a través de impresiones masivas de dinero y compras de deuda. Tras ello, la llegada del COVID supondría una dosis doble por la contundencia de su respuesta ante la paralización de la economía. Así pues, es lógico que de todas aquellas decisiones hayamos devenido en la situación actual.
Como bien sabemos, la única manera para contener una tasa de inflación elevada es mediante la represión financiera. Dicha represión la efectúan los Bancos Centrales a través de la política monetaria, cuando se pretende enfriar la economía se suben los tipos de interés para restringir el crédito y con ello la inversión y el consumo.
Así pues, la recesión en la que entramos es una causa buscada por los organismos monetarios de todos los países.
¿Están viéndose afectados todos los activos financieros?
La caída ha resultado generalizada para todos los activos cotizados. Si acudimos a los datos YTD vemos como S&P 500, Bitcoin, Ibex 35, Nasdaq o Eurostoxx 50 presentan a día de hoy caídas acumuladas de doble dígito:
Sin embargo, el comportamiento visto hasta ahora en los mercados no tiene por qué seguir siempre por la misma senda, y dentro de los diferentes activos hay sectores y nichos de inversión que siempre salen ganando.
En una reciente entrevista concedida en TheMarket.ch, el economista Russell Napier ha dejado claro cuáles serían sus apuestas de cara a la situación de crisis:
“En primer lugar: evitar los bonos del Estado. […] Dentro de la renta variable, hay sectores que lo harán muy bien. Los grandes problemas que tenemos (energía, cambio climático, defensa, desigualdad, nuestra dependencia de la producción de China…) se resolverán con una inversión masiva. […] El oro lo hará bien cuando la gente se dé cuenta de que la inflación no bajará a los niveles anteriores a 2020.”
Russell Napier, en una entrevista para TheMarket.ch
Por lo que respecta a las criptomonedas, es conocida su correlación con la renta variable, así que se espera que fluctúen en una senda similar. Sin embargo, si miramos a largo plazo, hay analistas que también sitúan a proyectos como Bitcoin en valoraciones de 1 millón de dólares de cara a 2030.
¿Qué fórmulas pueden servirnos para protegernos de la recesión?
De cara a la recesión que viene podemos encontrar varios consejos que nos van a servir de protección o incluso como oportunidad de inversión. Enumeramos los más interesantes:
- Si trabajamos a través de un broker, vamos a poder utilizar CFD para ponernos cortos sobre acciones, cryptos, índices, etc. Esto hace que ganemos cuando se produce una caída del activo al que refiere, por ejemplo un CFD sobre Ethereum puesto en corto nos reportará beneficios cuando Ethereum caiga.
- SI somos inversores a largo y queremos cubrir nuestra cartera actual, los mismos CFD en corto podrán servir de contrapeso. Siguiendo el ejemplo anterior, si tenemos Ethereum y no queremos venderlos siempre podremos usar CFD sobre Ethereum a corto para que lo que perdemos por un lado lo ganemos por otro.
- Conviene centrarse en empresas fuertes al igual que en criptomonedas con proyectos sólidos. Las épocas de crisis sirven, entre otras cosas, para limpiar el mercado de ofertas mediocres.
- La crisis es también oportunidad, no tengamos miedo de aprovechar las caídas para comprar activos a los que seguíamos la pista anteriormente.
Para cumplir con estas ideas, podemos emplear plataformas de negociación reguladas, reputadas y con una oferta suficiente de activos como para abarcar todo el mercado. En tal caso eToro podría ser la solución idónea, teniendo además en cuenta que aplica una política de 0% comisiones en muchos activos.
La inversión en criptoactivos no está regulada, puede no ser adecuada para inversores minoristas y perderse la totalidad del importe invertido.
Es importante leer y comprender los riesgos de está inversión que se explican detalladamente en el Anexo II de la siguiente circular.
